sábado, febrero 28, 2009

Ráfagas y esferas

Internet tiene estas cosas. A veces tu sitio web languidece sin apenas visitas y de repente, sin motivo aparente, se produce una avalancha de visitas, una ráfaga.

Algo así ha sucedido esta semana pasada en Mundo Azul. Tras una temporada de muy bajo número de visitas, de repente el Jueves se produjo una fuerte ráfaga de hits en apenas una hora o dos. Creo que es la tercera vez que esto sucede en la vida de mi sitio web.

Pero como la privacidad en Internet es solo relativa, y hay formas de saber, o al menos intuir, la naturaleza del tráfico, tengo una hipótesis más que plausible acerca de por qué se produce este fenómeno, o mejor, el motivo de esas tres ráfagas.

No he hecho nunca mucha propaganda de mi sitio web ni de mis blogs. Muchas personas de mi entorno cercano, laboral o personal, desconocen su existencia. Pero a veces, tres en concreto, por obra y gracia de Google o de una red social, alguien de mi entorno laboral lo ha descubierto. Y entonces la curiosidad ha despertado y uno se lo ha contado a otro, éste a otro, y otro y al de más allá... Si en el mundo del marketing y, en especial, en relación con la Web 2.0, se habla del marketing viral, en este caso creo que estaríamos más bien ante casos de 'cotilleo' viral. Y es puro 'cotilleo' porque esas ráfagas no han generado público fiel, no han producido crecimientos sostenidos del número de visitas al sitio...que vuelve a la normalidad en muy poco tiempo.

Y lo que es más, ni siquiera ha hecho que alguien se acerque a mi y me diga '¿Sabes que he visitado tu sitio y...?'. No. Silencio. Me han informado de esas ráfagas, de esos descubrimientos, las herramientas de seguimiento de tráfico, no las personas.

Y al hilo de esto, reflexiono sobre las diferentes vidas que llevamos o caras que ofrecemos en las esferas en que nos movemos: la esfera privada, la esfera laboral, la esfera social.

En cada una de estas ráfagas, y si mi hipótesis es cierta, personas a las que conozco en mi esfera laboral se han asomado, solo asomado, observando por el ojo de cerradura que ofrece Internet y que, conscientemente, he dejado abierto, a otras esferas diferentes de la laboral. ¿ Me gusta esto ?. A la vista del silencio en que las ráfagas se han producido, no estoy demasiado seguro. Es un poco rara, la verdad, esa sensación de sentirse observado a través de un ojo de cerradura virtual. Pero la incomodidad se ve atenuada, al menos en parte, por la seguridad de que las esferas están razonablemente limpias y pulidas.

No estoy seguro de que ma hayan agradado esas ráfagas, pero de lo que sí estoy seguro es de que, aunque trivial, esta es una razón más, por si tenía pocas, para buscar en todas las esferas, el equilibrio, la sinceridad y la honestidad.

Mundo Azul

sábado, febrero 21, 2009

Ecosistema azul

Hace unas semanas realizaba el lanzamiento de un nuevo blog, un blog al que he bautizado como 'Blue chip' y cuyo foco serán la tecnología y los negocios, es decir, aquellas áreas de mi interés más directamente relacionadas con mi actividad profesional. Con este blog completo, de momento, mi particular ecosistema azul, el conjunto de sitios en Intenet donde voy volcando contenidos y opiniones en las áreas de conocimento o de actividad que más me atraen.

El primero de los elementos de ese ecosistema fue mi página personal 'Mundo Azul' que cuenta ya con más de tres años de presencia en Internet. Es el elemento más complejo y de más amplio espectro de todos.

Unos meses después del lanzamiento de 'Mundo Azul' decidí dotar a la página de un blog que, al principio, se denominaba simplemente 'El blog de Mundo Azul'. Con el tiempo, y dado el impacto del fenómeno blog, observé que este blog debía tener cierta vida propia independiente de la página de la que derivaba e intenté reflejar eso rebautizándolo como 'La vida de color azul'. No obstante, en detalles como el icono, los temas tratados y las etiquetas utilizadas se observa ese cierto papel de complemento de 'Mundo Azul'.

En Marzo de 2008 comencé a pensar que el contenido tan diverso tanto de 'Mundo Azul' como de 'La vida de color azul', lejos de atraer a más público con base en el amplio espectro de temas tratados, lo que hacía era desanimar a aquellos internautas que sólo se interesaban por una rama concreta del saber. Por ello, y para volcar opiniones y contenidos más especializados y enfocados en el campo de las humanidades y, sobre todo, de la literatura, decidí crear un blog específico. Inicialmente se denominó 'El vuelo del gavilán'. Unos meses después, y tras trasladarlo desde su alojamiento original en Blog.com.es a Blogger, lo rebauticé como 'El cielo del gavilán', su denominación actual.

'Blue chip' nace con la misma idea de disponer de un blog más especializado en los asuntos de tecnología, economía y empresa.

Con esto, completo un ecosistema integrado por una página personal: Mundo Azul y tres blogs: el primero, 'La vida de color azul de propósito general, el segundo, 'El cielo del gavilán' especializado en literatura y humanidades y el último miembro de la familia 'Blue chip' dedicado a la tecnología y los negocios.

Espero que, al menos alguno de estos sitios, sea de vuestro interés.

Mundo Azul

domingo, febrero 08, 2009

Meneíto

Hace un rato me he llevado una pequeña y agradable sorpresa. He visto que la última entrada de uno de mis blogs, en concreto, de El cielo del gavilán, había sido incluída en el conocidísimo sitio de compartición de noticias Menéame por obra y gracia del responsable del blog DesequiLIBROS al que desde aquí le agradezco el interés.

No es muy importante. Al fin y al cabo, no ha recibido ni un solo comentario, ni tampoco un solo voto. Sólo ha servido realmente para generar alguna visita. Pero el caso es que me ha hecho ilusión. Es como estar más metido en el mundo de la Web 2.0 y pensar que, quizá, a alguien le puede interesar lo que escribo en mis blogs.

Si es que, nos conformamos con tan poco...

Mundo Azul

domingo, febrero 01, 2009

Cadenas y memes

La cadenas y los memes son dos prácticas habituales en Internet que, de alguna manera, buscan 'hacer correr la voz', forzar en cierto sentido la viralidad propia del medio.

Cuando hablo de cadenas me refiero, supongo que se entendía, a las cadenas de correos electrónicos. Esas en que alguien te manda un mensaje (muchas veces con una presentación adjunta) en que te pide que, de alguna forma, le prestes atención y luego lo reenvíes a tus contactos. Diría que existen dos variantes. En la primera, simplemente, se pretende comunicar algo que se considera importante. Suelen ser mensajes bienintencionados que nos hablan de valores a difundir, o de ayudar a alguien en concreto o, quizá, nos advierten de algún peligro (como, por ejemplo, un virus). Llamaré a estas cadenas, las 'cadenas informativas'.

Otras cadenas, probablemente las más típicas, y que llamaré 'cadenas del premio/castigo' te pueden hablar o no de grandes valores pero al final, lo que te vienen a decir es que tienes que difundir ese mensaje. Si así lo haces, seras bendecido con gracias increíbles y, en caso contrario, maldito y aquejado de mil calamidades.

Las cadenas, en general, y con algunas escasas y honrosas excepciones, me resultan molestas y, en su mayor parte, considero que son un modo de desperdiciar nuestro tiempo y los recursos que nos ofrece Internet. Pero hay cadenas de las informativas que, realmente, cumplen alguna tarea útil y, sobre todo, suelen ser bienintencionadas. Aún así, les hago poco caso y raras, muy raras veces, las continúo.

Las otras cadenas, las del premio/castigo son, como mínimo tontas y, presumiblemente, malintencionadas. El único objetivo que se me ocurre es el de servir de medio de difusión de virus o de recopilación inadvertida de información. A este tipo de cadenas, por supuesto, no les hago ningún caso ni reenvío ningún correo.

La última variante de esta viralidad inducida, serían los memes, cuyo soporte no es el correo electrónico sino los blogs. En los memes, se propone un tema, cuestionario o instrucciones y se le pide a unos cuantos seguidores o visitantes habituales de tu blog que cumplimenten el cuestionario o sigan las instrucciones y luego nominen a otros visitantes de su blog a hacer lo mismo.

A los memes les encuentro un valor meramente lúdico y creo que tienen dos ventajas, respecto a las cadenas de correo electrónico: la primera, que no son intrusivos, puesto que no invaden tu inbox: simplemente, se escriben en el blog del que quiere difundir el meme...y si no visitas el blog origen, ni siquiera te enteras. Por otro lado, se suelen dirigir a un número muy pequeño de destinatarios y, normalmente, de cierta confianza del que propone el meme. En ese sentido, creo que consumen menos recursos técnicos como ancho de banda, almacenamiento, etc aunque sí pueden consumir el tiempo útil de las personas. No percibo en ellos mala intención aunque quizá, sí puedan perseguir una cierta notoriedad artificial en internet (ganar visitas y enlaces). Debo decir que no es una práctica que me resulte cercana, pero no me parece tampoco dañina y supongo que puede ser divertida. Aún así, nunca he iniciado un meme...y no creo que lo haga.

Lo cierto que es que, hasta hace poco, ni siguiera había sido destinatario de un meme (o no me había enterado). Pero recientemente, sí me han 'nominado' para seguir un meme. Y como percibo únicamente un aspecto lúdico y conozco, bien que virtualmente, a la fuente, voy a proceder seguir las instrucciones del meme. Eso sí, no voy a nominar a nadie para que lo siga.

Condición: ser padre/madre: La cumplo.

Instrucción 1- Indicar la fuente: Bien, me ha nominado Jésvel, fiel seguidor de este blog.

Instrucción 2- Decir algo que no publicaría en mi blog: Pues, como se indica en el Manifiesto azul intento evitar cualquier opinión o, más bien, posicionamiento explícito, en cuestiones de política o religión así como contenidos soeces.

Instrucción 3- Indicar algo que aparece siempre en mi blog: El color azul...

Instrucción 4- Pasar el meme a otros 5 blogs Mmmm. Esto, como he dicho más arriba, prefiero no hacerlo. Pero, eso sí, si a cualquiera de los visitantes de este blog le apetece seguir el meme, ya sabe las instrucciones...

Mundo Azul