Mañana, Domingo 11 de Julio, se saldará una deuda.
En este caso, no una deuda de una entidad financiera, o de un particular víctima de la crisis, sino una deuda del 'Fútbol', así entre comillas y con mayúsculas. Una deuda que ese 'Fútbol', elevado a la categoría de entidad personal, mantiene con las dos selecciones finalistas del Mundial 2010 de Sudáfrica: Holanda y España.
Comenzó este 'Futbol' a tener una deuda con Holanda, allá por 1974. El primer mundial de que, aún niño, fui consciente, sobre el que coleccioné cromos y del que vi muchos partidos. Un mundial en que Holanda, liderada por Cruyff y apodada desde entonces 'la naranja mecánica',exhibió un fútbol de ensueño y fue claramente la mejor selección. Pero ¡ay!, en la final se cruzó con la anfitriona Alemania, la Alemania de Beckenbauer y Mayer. Un dos uno a favor de los alemanes en la final significó el inicio de la deuda del fútbol con 'La oranje'. Holanda mereció ganar el mundial...pero no lo consiguió. Creo que data de entonces aquella frase de que 'El fútbol es un deporte al que jugamos todos para que al final ganen los alemanes'.
Pudo resarcirse Holanda, y pudo el 'Fútbol' saldar su deuda en el mundial de Argentina 1978. Holanda volvió a llegar a la final y, de nuevo, en ella se cruzó con la selección anfitriona, en este caso la Argentina de Kempes que se impuso por 3 a uno en la final. Aunque en esta ocasión el juego de Holanda no había sido tan espectacular, lo cierto es que, por segunda vez consecutiva, Holanda veía esfumarse su sueño en la final de un Mundial. Cruel castigo...y una deuda que engordó y hasta el día de hoy no ha sido aún liquidada.
La deuda con la selección española, con el fútbol español, se construye a base de menores débitos...pero mucho más abundantes. Una deuda que es casi una injusticia con la calidad y potencial de nuestro fútbol, una imposibilidad de que España alcance el éxito, siquiera una posición meritoria, en un Mundial...hasta este 2010.
Por recordar algunos jalones, me iría en primer lugar hasta México 1986. España se clasificó, creo recordar que con más pena que gloria, para los cruces de octavos. Y nos tocó en suerte Dinamarca, que estaba deslumbrando en aquel mundial y que había sido apodada 'la marea roja'. Todo parecía perdido en ese cruce, y más cuando los daneses marcaron en primer lugar. Pero en aquel 19 de Junio levantó el vuelo 'El buitre' con cuatro goles, para un resultado total de cinco a uno, que constituyen, hasta ahora, uno de los episodios más brillantes de la participación en los mundiales de la selección española. Salvado ese escollo, con la moral altísima y el apoyo del público mexicano, nos las prometíamos muy felices en el cruce de cuartos contra Bélgica, un rival aparentemente muy accesible y que nos permitiría alcanzar las semifinales. No pudo ser... Un partido espeso y para casa. Tras la ilusión, el fracaso.
Muy dolorosa fue, también, la eliminación en el mundial de EEUU en 1994. Caímos injustamente ante Italia, nuestra particular bestia negra hasta la Eurocopa de 2008. En la memoria colectiva, y en las hemerotecas, quedará la imagen de un Luis Enrique llorando más de rabia que de dolor tras el codazo recibido en los últimos minutos del encuentro que le supuso la rotura del tabique nasal y que no fue señalado ni penalizado.
¿Y qué decir del último mundial, el de Corea y Japón de 2006 ? Llegamos al cruce de cuartos y nos tocó enfrentarnos a una de las selecciones anfitrionas, Corea, que de forma algo sorprendente, y algo ayudada, todo hay que decirlo, tanto por la fortuna como por los árbitros, había accedido a esos cruces de cuartos. España dominó claramente el juego y tuvo cantidad de oportunidades, pero la falta de fortuna y, sobre todo, el más que polémico arbitraje del egipcio Al Gandur, nos dejó fuera, de nuevo, de luchar por los puestos de honor.
El 'Fútbol' tiene una deuda con España, pero tambien la tiene con Holanda. Mañana, una de estas dos selecciones será la nueva campeona del mundo y el 'Fútbol' habrá liquidado la deuda con ella contraída. Pero igualmente, una de las dos selecciones se verá privada de esa gloria. Holanda perderá su tercera final o bien, el fútbol español, uno de los más potentes del mundo, continuará siendo un rey sin corona.
Mal lo tiene el 'Fútbol'.
Mañana saldará una deuda...pero acrecentará otra.
Mundo Azul
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