miércoles, agosto 26, 2009

La gente buena como estímulo

Traigo a este blog una primera reflexión, un primer pensamiento, de Abraham H. Maslow, el padre de la denominada psicología humanista...y digo el primero porque creo que en las próximas semanas tendré ocasión de reseñar alguno más. Dice así en el prefacio a la segunda edición de su obra "Motivación y personalidad":

"La prueba de que la gente maravillosa puede existir y realmente existe ... es suficiente para darnos valor, esperanza, fuerza para seguir luchando, fe en nosotros mismos y en las posibilidades de crecer."

Como reacción a teorías psicológicas centradas en lo patológico, Maslow ofrece una psicología positiva, humana, integradora. Y como prueba de que esa visión positiva, esa confianza en la bondad humana, no es una mera ilusión, nos propone mirar a nuestro alrededor y descubir cuánta gente buena nos rodea.

¿ No es simple pero creíble y motivador ? Quizá por eso, sus teorías están más vivas que nunca, décadas después de su muerte.

Miremos a nuestro alrededor, miremos...

Mundo Azul

sábado, agosto 15, 2009

Leyendo junto al mar

Ayer tuve ocasión de hacerlo de nuevo. Ayer me acerqué, al atardecer, a uno de mis rincones favoritos de Tapia de Casariego (Asturias) y rodeado de una agradable brisa, con un rumor tranquilo de olitas de mar en retirada y levantando la vista de vez en cuando para contemplar el imponente espectáculo, me puse ... a leer, simplemente a leer.

En esta ocasión me acompañaba la poesía de Manuel Altolaguirre. En otras ocasiones ha sido el pensamiento de Ortega y Gasset y en otras... ya ni me acuerdo... Lo que si recuerdo de todas las ocasiones en que he podido combinar libros y olas, es esa sensación de paz, de armonía, de belleza casi infinita que he obtenido de la combinación de dos de mis grandes "pasiones tranquilas": la literatura y el mar.

Mundo Azul

viernes, agosto 07, 2009

Un poema de verano

He leído un poema que refleja tan bien el estado de ánimo veraniego junto al mar, que no me he resistido a traer aquí un fragmento.

Se trata de 'Un percance de verano' de Carlos Marzal y, en sus primeros versos, dice lo siguiente:



"YO acataba en verano un viejo rito:
ser feliz junto al mar,
                                  con casi nada
(mi nada elemental en donde cabe
la entera vida propia,
esa que sólo busca el cumplimiento
de haber sido feliz,
                                  y recordarlo).
"

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