viernes, diciembre 24, 2021

Navidad y ausencia

Y hoy, día 24 de Diciembre, Nochebuena, empiezan realmente las fiestas de Navidad aunque, a nivel un poca simbólico, o lúdico, o práctico, no sé, se suele considerar el Sorteo de Navidad como el pistoletazo de salida.


Cada Navidad tiene sus propios matices, su propia personalidad. Quizá no tanto por la navidad en sí misma, sino por nuestra propia historia y circunstancias.


Y en estas Navidades de 2021, para mí, para mi entorno más cercano, estas Navidades vendrán marcadas por la ausencia, por una ausencia muy concreta, por la ausencia de uno de sus protagonistas más señalados durante décadas: mi padre.


Recuerdo que mi abuela, que en paz descanse, todas las Navidades decía que esas eran las últimas que pasaba con nosotros. Lo dijo muchos años y muchos años no fue cierto. Pero, como es ley de vida, evidentemente, un año acertó.


Mi padre no lo dijo nunca. Puede que nunca lo sintiera como inminente, o puede que, simplemente, no lo quisiese decir. Lo cierto es que las Navidades de 2020 fueron sus últimas Navidades con nosotros. Y éstas, las de 2021, las primeras en que sentiremos su ausencia. Una ausencia profunda e irreparable.


No será la única. La dichosa pandemia obligará a ausencias menores. Ha obligado ya a cancelar alguna cena. Obligará a reducir las reuniones y quizá algún amigo o familiar se quede sin ser saludado o felicitado.


Puede que incluso, y aunque esto sea menor y en este momento no confirmado, me obligue por segundo año a no poder disfrutar de las calles iluminadas de Madrid en esa deliciosa carrera que es la San Silvestre Vallecana.


Una Navidad marcada por las ausencias y, sobre todo, por la ausencia, la gran ausencia.


Pero siempre he amado la Navidad. Siempre me ha parecido una fiesta especial, bonita, inspiradora.


Y eso no va a cambiar este año y espero que ninguno hasta el día en que tenga que ser yo quien diga (o se calle) que éstas son las últimas.


Pienso ser feliz. Pienso reír con familiares y amigos. Pienso poner villancicos por horteras que puedan ser. Pienso comer todos los turrones que me quepan y beber buen vino. Pienso correr por las calles de Madrid. Si no es Serrano, será la Casa de Campo. Pienso tomar las uvas con la imagen de la Puerta del Sol y, supongo, de Anne Igartiburu. Pienso soplar algún matasuegras. Pienso asistir, si nos dejan, a la cabalgata y pienso dejar los zapatos en el salón el día 5 para descubrir qué hay en la mañana del día 6.


Y a veces, en el silencio, me acordaré de lo más importante y recordaré, intentando no entristecerme, a los ausentes.


Pienso ser feliz, y eso te deseo también a ti, estimado lector. Sé feliz.


Feliz Navidad.


jueves, diciembre 09, 2021

Dieciséis años en Internet

Este año, por motivos personales, he llegado ligeramente tarde a la cita... pero aquí estoy. Y aquí estoy para conmemorar que llevo ya 16 años con presencia en Internet, una presencia que, como casi deberían saberse de memoria mis seguidores más estrechos, comenzó un 6 de Diciembre de 2005 con una escueto mensaje de 'página en construcción' para, dos días después, el 8 de Diciembre de 2005 publicar la primera versión reducida pero completa de Mundo Azul.

El siguiente paso fue añadir mi presencia en blogs, comenzando por éste, La Vida de Color Azul seguido un tiempo después por El Cielo del Gavilan, dedicado a literatura y humanidades y, finalmente, al que más tiempo dedico desde hace varios años: Blue Chip dedicado a tecnología y negocios.

 

También he participado, aunque esta actividad es últimamente bastante reducida, en otros blogs de medios externos como los entonces A un CLIC de las TIC y Con tu Negocio, hoy reconvertidos y fusionados en Think Big Empresas, el propio Think Big o un breve paso por Invertia. 


En paralelo me fui registrando en casi cualquier red social que adquiría cierta visibilidad aunque, a nivel práctico, mi actividad se ha concentrado, blogs aparte, sobre todo en Twitter y en LinkedIn, con una actividad adicional moderada pero constante en Facebook e Instagram y en, desde hace dos años, un remozado Canal YouTube. 


Paso clave fue en 2011 la adquisición del dominio ignaciogavilan.com alrededor del cual he hecho girar mi página oficial y mis blogs, muy especialmente Blue Chip que se encuentra incrustado en mi página oficial.


Desde entonces sigo una actividad muy uniforme, con fuerte actividad en Blue Chip (alrededor de 150 posts al año hasta alcanzar hace unas semanas los 2000 artículos), bastante abundante en Twitter y algo más moderada, pero bastante constante, en Instagram, YouTube, Facebook y mi blog El cielo del Gavilán.


Para el año que entra no preveo grandes cambios: seguirá siendo mi punto fuerte el blog Blue Chip y su volcado en LinkedIn,  aunque veo que uso cada vez más Instagram y probablemente siga así, y probablemente experimente, aunque seguramente como eso, como un experimento, con Tik Tok y Twitch.


En cualquier caso, ya iré avisando, por los canales habituales de las eventuales novedades y, claro está, dentro de un año espero estar hablando ya de los diecisiete años en Internet.