domingo, noviembre 26, 2006

Equilibrista en medio del torbellino

Desde hace como un mes vivo en una especie de torbellino.

Desde el punto de vista profesional, decir que vivo momentos convulsos derivados de los cambios estratégicos en Telefónica fruto, a su vez, de la estrategia de convergencia fijo-móvil, del foco en grandes empresas y la decisión de concentración. Esto provoca fuertes cambios y, en lo que a mi toca, ha hecho que en los meses posteriores al verano haya ido asumiendo responsabilidad sobre cada vez más temas. Eso exige esfuerzo y adaptación.

Por otra parte, desde hace como un mes, estoy sufriendo, disfrutando más bien, un momento de excitación literaria, no ya tanto desde el punto de vista de lectura sino, y como novedad, de escritura (prueba de ello estáis teniendo en Mundo Azul). Se me acumulan las ideas y las ganas. Muchas veces, lo que me falta es tiempo y tranquilidad para ponerlas por escrito.

A esto se añade la dedicación creciente que este sitio, Mundo Azul, me viene pidiendo desde que lo inicié, hace casi un año.

Quizá el único aspecto pacífico es el personal/familiar.

Cuando hice el MBA, en una clase nos hablaron de que en la actitud frente al trabajo había tres tipos de personas: aquellas que viven obsesionadas por el mismo y sólo dedicadas a él, en detrimento de la vida personal; en el extremo contrario, aquellos para los que el trabajo era un asunto necesario para vivir pero completamente secundario y, finalmente, los equilibristas: aquellos que intentan rendir al máximo en su trabajo pero procurando defender la vida personal. Siempre me he considerado de este tercer grupo...aunque, por dedicación de tiempo, a veces podría pensarse que estoy en el primero.

Actualmente, la mayor víctima de esa vorágine son mis horas de sueño. De todas formas, toda esta excitación, esta tensión, aunque creo que no se puede mantener durante mucho tiempo, también es creativa y enriquecedora, es una forma de sentirse vivo y útil.

Y así estoy, como un equilibrista en medio del torbellino...

Mundo Azul

domingo, noviembre 12, 2006

Microtutoriales y Microrelatos

Acabo de empezar dos proyectos, creo que ambiciosos, dentro del entorno de Mundo Azul. Me estoy refiriendo a los nuevos apartados de Microtutoriales (sección Tecnología) y Microrelatos (sección Literatura).

A diferencia de otros apartados de Mundo Azul, se trata de escritos de cierta extensión, completamente originales y realizados específicamente para Mundo Azul. En ambos casos se tratan de escritos cortos (de ahí el prefijo 'micro' con que designo a ambos). Impresos en letra normal pueden oscilar entre una y cinco páginas, para que os hagáis una idea.

El apartado de Microtutoriales lo he comenzado hace unos pocos días con un primer microtutorial sobre 'Tecnología digital'. Aunque de momento sólo he ejecutado uno, tengo una lista (que aún no he reflejado en el roadmap) que abarca doce microturiales más. La idea es hacer cortas y asequibles introducciones a diferentes temas de tecnología TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones) y desde un punto de vista más de arquitectura y de conceptos que los tutoriales más frecuentes en Internet que se centran en programación. En la ejecución de este proyecto me asiste una cierta experiencia en la redacción de artículos técnicos y cursos de formación, así que si las fuerzas no me traicionan, espero llevarlo a buen puerto.

Mucho más arriesgado y novedoso es para mi el apartado que comienzo hoy: Microrelatos. En este caso se trata de pequeñas obras literarias (o con pretensiones de serlo). Siempre me ha gustado escribir (y algún pinito literario secreto he hecho alguna vez :-) )...pero de todas formas es la primera vez que en un medio público voy a poner alguna obrita. ¿ Por qué ahora ?. Bueno, quizá han actuado como disparadores dos hechos casi concurrentes en el tiempo: por una parte el recibir algún comentario elogioso sobre algunos de los artículos que he publicado en este mismo blog y que tenían ya un cierto carácter literario; por otra, el haber descubierto que los microrelatos son una especie de género (o subgénero, no lo sé) literario reconocido, del cual se publican libros, se comentan y discuten, se hacen concursos, ...Escribir una novela o un cuento son palabras mayores pero, si un microrelato se considera literatura, quizá eso sí que me atrevo a hacerlo... ya veremos con qué fortuna. No oculto, de todas formas, un cierto miedo escénico...

No sé hasta dónde voy a ser capaz de llegar con ambos proyectos: el primero por el esfuerzo que supone, el segundo por la novedad y el riesgo...

Vosotros, visitantes de Mundo Azul, también tendréis algo que decir. Vuestro interés y comentarios, pueden influir en el discurrir de estas dos iniciativas.

¡ No me dejéis solo !

Mundo Azul

domingo, noviembre 05, 2006

Hoy los niños adelantan...

Esta mañana, estaba buscando a mi hija mayor (tiene 9 años) porque no la encontraba por toda la casa. ¿ Donde estaba ? Pues había encendido el ordenador (ese que utilizo para fabricar 'Mundo Azul' y que podéis ver en GALERIA->Taller Mundo Azul). Y ¿ qué diréis que estaba haciendo ? Pues estaba navegando por Mundo Azul... Bueno, no me extrañó demasiado (casi me halagó) pero sí me llamó la atención cuando me contó que, como no se sabía la dirección de Mundo Azul (algún día compraré un dominio más fácil de recordar), lo que había hecho es buscar "Mundo Azul" en Google...y así había llegado hasta la página. Además se permitió decirme 'Papi, aquí tienes un fallo...'. En efecto, había detectado un pequeño error tipográfico en la página dedicada a mi música (en la próxima versión estará resuelto). La dejo cinco minutos y cuando vuelvo a buscarla (teníamos que salir) me la encuentro rellenando la encuesta de la página principal...(lo que hasta ahora no ha hecho casi ningún visitante de Mundo Azul...).

Otro ejemplo de mi familia: tengo una sobrina de 12 años...que ya es webmaster. Su sitio (que es el de toda su familia) es 'Ash Cash Website' (tenéis un enlace en el apartado de otras páginas personales y entre las páginas amigas).

A lo mejor esto todavía os parece normal, pero tenéis que ver a mi hija pequeña (desde los tres años recién cumpliditos) ir al ordenador, encenderlo, entrar en su cuenta en XP (le he puesto una foto de ella para que la reconozca), lanzar el juego de Internet que le gusta (le he puesto un acceso directo al navegador configurando el 'home' a su página favorita)...y jugando sin ningún tipo de ayuda. Pero lo mejor es que cuando acaba, lo cierra y apaga el ordenador. Y cuando digo que apaga el ordenador no es que le dé al botón y ya está. No, no. Se va al botón de 'Inicio' y le da al icono de 'Apagar el equipo'. Puedo asegurar que yo no la he enseñado... ¡ y tiene tres años !

Parafraseando a la famosa zarzuela, es que hoy los niños adelantan...que es una barbaridad.

Mundo Azul

viernes, noviembre 03, 2006

El argelino

Creo que mañana le volveré a ver.

Antes, hace año y medio, me lo encontraba todos los días. Situado siempre en la calzada de la Avenida de América de Madrid, en un semáforo cercano al cruce con Serrano. Ahora ya casi nunca paso por esa calle.

No sé por qué, pero siempre pensé que era argelino. Puede que no, a lo mejor era marroquí, o saharahui, o vaya usted a saber...pero para mí era el argelino.

Se situaba en el semáforo, y cuando éste se ponía en rojo, recorría, con paso cansado, la fila de vehículos buscando una limosna, ya fuese sin tapujos, o bajo la excusa de comprarle uno de los miserables periódicos que llevaba en la mano. Nunca me ha gustado dar limosna por la calle: me parece que se está fomentando la mendicidad como medio de vida, me parece que la mayoría de las veces el pedigüeño se aprovecha de esas migajas de caridad y ni siquiera las agradece sinceramente.

El argelino fué víctima de esa forma de pensar...y nunca consiguió, tras años de verme pasar todos los días por el semáforo de Avenida de América, que bajase la ventanilla y le diera unas monedas. Sin embargo, en su caso, nunca me sentí cómodo con mi comportamiento. Tengo que reconocerlo: me caía bien el argelino. Había algo en él, quizá su cansancio que parecía sincero, quizá su sonrisa apenas esbozada, o el gesto humilde con que agradecía, con una ligera inclinación de cabeza y llevándose la mano al corazón, cualquier generosidad de los conductores...no sé, algo en él que me decía que realmente necesitaba ayuda y que, cuando el semáforo se ponía en verde y el coche arrancaba dejando atrás al argelino, me producía una cierta desazón, una incomodidad conmigo mismo y que resonaran en mi cabeza las palabras bíblicas: 'porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo o en la cárcel y no vinisteis a verme'...

Creo que mañana le volveré a ver. Una reunión con un cliente en el lado oeste de Madrid, hará que tenga que regresar por la Avenida de América. Y he decidido que, esta vez sí, voy a bajar la ventanilla y socorrer, aunque sea con unas pocas monedas, al argelino...poca cosa para ganar un poco de tranquilidad de espíritu...

Poca cosa pero, al menos, antes de que en su día, el Juez emita su veredicto, que si aplica todo el peso de la ley debe ser necesariamente condenatorio, podré exponer, como prueba número 1 de la defensa, y como un simple atenuante que, hubo una vez, en la Avenida de América de Madrid, en un semáforo cercano al cruce con Serrano, en que tuviste hambre y te di de comer...

Mundo Azul