domingo, noviembre 18, 2007

Anuncio de un proyecto literario

Algunos visitantes de Mundo Azul ya lo sabréis, porque participáis de este proyecto, pero para otros será una sorpresa. En cualquier caso, sirva este post como anuncio y primer comentario de un proyecto literario en el que me encuentro embarcado, y que comparto con otros amantes de la literatura y de Internet.

Dentro de unas semanas, presumiblemente durante estas navidades, verá la luz un libro en el que tengo el placer de participar. Un libro construido mediante el esfuerzo coral y la ilusión de un grupo de aficionados a la escritura. De momento os anuncio el título, 'Tiempo de Recreo', os muestro la portada y os informo que cuatro microrrelatos de los que podéis leer en Mundo Azul, formarán parte de ese libro.

Os iré contando más detalles poco a poco en las próximas semanas. Pero para que vayáis haciendo boca, os dejo un texto que propuse como texto de la contraportada. No resultó elegido, pero, al menos, fue finalista.

Un alto en la lectura. El bolígrafo marca la página. Las gafas descansan sobre el volumen abierto. En un vaso, un papel arrugado esconde una historia que pudo ser, pero no fue.

En esa hora indecisa, el amor a los libros se cobija en Internet. Es tiempo de encuentro; es tiempo de leer a otros amantes de las letras; es tiempo de opinión y debate; es tiempo de amistad.

Es tiempo de publicar ficciones que no acabaron en un vaso; es tiempo de poemas y relatos que a veces, incluso, aunando ilusiones y esfuerzos, se convierten, en libro.

Es Tiempo de Recreo.

Mundo Azul

Domingo de pan y pastel

Creo que una de las claves de la felicidad, no una clave con mayúsculas, sino una modesta receta, es saber disfrutar de cosas pequeñas, de esos placeres que se nos ofrecen y que a veces, por inmediatos y gratuitos, no valoramos en su justa medida.

Para mí, uno de esos pequeños placeres es acudir los domingos por la mañana a la panadería, bueno, la 'boutique' del pan, como se dice ahora, cercana a mi domicilio. A primera hora de la mañana, cuando la mayoría de los vecinos aún duermen el merecido sueño del fin de semana, a veces me bajo a comprar bollería para el desayuno.

El espectáculo que se ofrece a la vista y el olfato es una de esas delicias cotidianas, sólo por las cuales vale la pena vivir. Ante mi vista se exponen, en una abundancia exuberante, pan de aceite y espiga, candeal, artesano, natural, chapata, en una desbordante exposición de riqueza y abundancia.

En otra esquina, se pavonean los croissants y las magdalenas, las tartas, los pastelillos de nata y manzana, los bollos, los chocolates variados.

Y todo ello atendido por varias mujeres maduras, sonrientes, solícitas, amables, una especie de madres nutricias del pan y el pastel, que distribuyen su riqueza entre los clientes de la mañana dominical.

No será importante, no será grave, no será profundo, pero sin duda es una delicia este inicio del domingo con pan y pastel.

Mundo Azul

domingo, noviembre 11, 2007

Aroma de castañas

Cuando el día declina, cuando la oscuridad de la tarde otoñal y los primeros atisbos del frío hacen su aparición entre las luces de la ciudad, un aroma embruja los sentidos y convoca a recuerdos lejanos. El aire se llena de aromas de leña y brasa y el humo transporta perfumes del fruto del otoño.

El puesto anacrónico donde una mujer asa las castañas, concita el interés de los niños, e imanta la pituitaria de los adultos. Un cucurucho lleno de calientes perlas parduzcas, concentra la actualidad y el recuerdo, en un delicado y nostálgico equilibrio entre el tiempo que fue y el que es, entre la humedades del norte y la ciudad castellana, entre la infancia y la madurez.

Cuando el día declina, cuando se crece el frío, cuando destemplado se busca el cobijo y el abrigo en el otoño madrileño, llegan hasta mi, cargados de recuerdos y nostalgias, recios aromas de castañas asadas.

Mundo Azul

domingo, noviembre 04, 2007

Número mágico

Esta mañana he amanecido encontrándome un número mágico en el marcador de visitas de Mundo Azul.

Existen culturas en que el número mágico es el 7. Para muchas, el 13 tiene un significado especial, generalmente asociado a la mala suerte.

Para mí, el número mágico es el 5. No por nada, simplemente porque me gusta. Así que al ver el marcador de visitas de Mundo Azul indicando un curioso, simétrico, capicúa y precioso 5555 he pensado que tenía que inmortalizar el momento. Ahí lo tenéis en la figura. No os engaño. Hoy el contador de visitas ha marcado el número mágico.

Mundo Azul