sábado, enero 03, 2009

Turboman como metáfora de la crisis

Hace algunos años, Arnold Schwarzenegger protagonizaba una película de título 'Jingle all the way' traducido en España como 'Un padre en apuros'. En ella, el musculoso actor encarnaba a un padre, demasiado volcado en su trabajo, cuyo hijo ha pedido a Santa Claus el regalo de moda: el muñeco Turboman. Pero claro, tan de moda esaba que, cuando el descuidado padre intenta conseguirlo, ya es demasiado tarde y el preciado juguete está agotado en todas las tiendas.

Desde entonces, por esta época, irremediablemente me acuerdo de Turboman y del desventurado padre en apuros. Los regalos de moda, a partir de cierto momento, escasean y es una verdadera odisea el conseguirlos.

Sin embargo, este año he creído percibir una situación algo diferente que me ha hecho reflexionar sobre los efectos de la crisis y la actitud del sector de la distribución ante ella. Por un lado, es un fenómeno muy comentado cómo las rebajas de Enero se han adelantado unos días en un desesperado intento por aprovechar la campaña navideña para obtener mejores resultados.

Pero lo que más me ha llamado la atención, lo que es objeto de este post, es cómo el efecto Turboman parece haberse extendido. Me he encontrado, bastantes días antes de que finalice la campaña de Navidad, que los artículos más demandados, más de moda, han desaparecido de los escaparates y los lineales. No están. Se han agotado. Y no sólo eso, cuando he sido víctima de esta escasez y he preguntado al respecto, he tenido la sensación de que no sólo el comercio no disponía del producto requerido, sino que no tenían la más mínima esperanza, puede que ni siquiera la intención, de reponerlo en breve.

He caido en la desesperación del padre en apuros pero también en el asombro ante este fenómeno. ¿Ha sido pura casualidad y he pedido, precisamente, los productos agotados? Puede, pero lo dudo. ¿Ha sido imprevisión de fabricantes y/o distribuidores e incapacidad de anticipar la demanda? También pudiera ser, pero también lo dudo. Tengo, más bien, la sensación de que la industria de la distribución, tan atormentada por la crisis como los padres por la falta de juguetes de moda, ha adoptado una actitud conservadora, prefiriendo perder unas ventas, quizá en la esperanza de vender productos sustitutivos, que afrontar las posibles pérdidas derivadas de un stock difícil de vender pasadas las fiestas.

Turboman parece actuar como síntoma y metáfora de la crisis. Pero no perdamos la esperanza. El padre encarnado por Arnold Schwarzenegger, pasaba mil calamidades, angustias y disgustos para conseguir el Turboman, pero, al final, la película acababa bien...

Mundo Azul

4 comentarios:

Jésvel dijo...

Pues mi Javier, se va a tener que quedar sin los Ben 10 esos que no hay quien encuentre...

En fin, supongo que los Reyes Magos sabrán buscar una solución apropiada, al menos eso espero...

Ignacio G.R: Gavilán dijo...

Caramba, Jésvel, lo de los Ben 10 no los conozco...y por lo que dices, debo ser afortunado de no hacerlo :-) :-)

Pero si, yo también confío casi, casi ciegamente en los Reyes Magos: una solución la encuentran siempre...y a veces muy imaginativas :-) :-)

Anónimo dijo...

Me Encantaria encontrar un Turboman en España .- ¿ Alguien sabe si lo hay ? . Espero que no me pase como a Jamie y lo pueda encontrar de forma correcta .

Ignacio G.R: Gavilán dijo...

Roberteen,

Gracias por pasarte por este blog.

En cuanto a tu pregunta, no tengo ni idea, pero dudo de que Turboman exista como juguete real y mucho menos en España y a estas alturas. Quizá, cuando la película era reciente hubiese algo parecido. Anora lo dudo mucho.