Como me sucede con frecuencia en los últimos años, la Navidad me sorprende distraído, concentrado en otros menesteres.
Sé que va a llegar... y deseo que lo haga pero, cuando finalmente sucede, tiene para mi un puntito de sorpresa, de acontecimiento no del todo esperado. Mentalmente creo que me pregunto: ¿Ya?
Es como si a pesar de las luces y los anuncios, de las músicas y adornos, la Navidad se acercara calladamente y me sorprendiese nunca del todo atento, nunca del todo preparado.
Pero es siempre un acontecimiento gozoso, alegre y esperanzador.
A pesar de mis 'taitantos' años no he dejado nunca de amar la Navidad, de sentirla como especial, de reunir esos sentimientos tan especiales que se suponen a ella ligados...pero que quizá algunos consideran hipócritas o artificiales.
Otra año más, la Navidad se ha acercado hasta mi calladamente... para alegrarme el corazón con su sorpresiva llegada.
A todos aquellos que podáis leer este post... y a los que no... Feliz Navidad,
Calladamente... Feliz Navidad.