viernes, noviembre 03, 2006

El argelino

Creo que mañana le volveré a ver.

Antes, hace año y medio, me lo encontraba todos los días. Situado siempre en la calzada de la Avenida de América de Madrid, en un semáforo cercano al cruce con Serrano. Ahora ya casi nunca paso por esa calle.

No sé por qué, pero siempre pensé que era argelino. Puede que no, a lo mejor era marroquí, o saharahui, o vaya usted a saber...pero para mí era el argelino.

Se situaba en el semáforo, y cuando éste se ponía en rojo, recorría, con paso cansado, la fila de vehículos buscando una limosna, ya fuese sin tapujos, o bajo la excusa de comprarle uno de los miserables periódicos que llevaba en la mano. Nunca me ha gustado dar limosna por la calle: me parece que se está fomentando la mendicidad como medio de vida, me parece que la mayoría de las veces el pedigüeño se aprovecha de esas migajas de caridad y ni siquiera las agradece sinceramente.

El argelino fué víctima de esa forma de pensar...y nunca consiguió, tras años de verme pasar todos los días por el semáforo de Avenida de América, que bajase la ventanilla y le diera unas monedas. Sin embargo, en su caso, nunca me sentí cómodo con mi comportamiento. Tengo que reconocerlo: me caía bien el argelino. Había algo en él, quizá su cansancio que parecía sincero, quizá su sonrisa apenas esbozada, o el gesto humilde con que agradecía, con una ligera inclinación de cabeza y llevándose la mano al corazón, cualquier generosidad de los conductores...no sé, algo en él que me decía que realmente necesitaba ayuda y que, cuando el semáforo se ponía en verde y el coche arrancaba dejando atrás al argelino, me producía una cierta desazón, una incomodidad conmigo mismo y que resonaran en mi cabeza las palabras bíblicas: 'porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo o en la cárcel y no vinisteis a verme'...

Creo que mañana le volveré a ver. Una reunión con un cliente en el lado oeste de Madrid, hará que tenga que regresar por la Avenida de América. Y he decidido que, esta vez sí, voy a bajar la ventanilla y socorrer, aunque sea con unas pocas monedas, al argelino...poca cosa para ganar un poco de tranquilidad de espíritu...

Poca cosa pero, al menos, antes de que en su día, el Juez emita su veredicto, que si aplica todo el peso de la ley debe ser necesariamente condenatorio, podré exponer, como prueba número 1 de la defensa, y como un simple atenuante que, hubo una vez, en la Avenida de América de Madrid, en un semáforo cercano al cruce con Serrano, en que tuviste hambre y te di de comer...

Mundo Azul

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Iggy,

Tu escribes muy bien!!

Tus blogs son como pequenas obras literarias! Ahorralas y cuando tengas bastantes, publicas un libro que puede tener como titulo: "Blogeando en Espana" o "Mis blogs de antano" piensalo!

Saludos,

Winfried

Ignacio G.R: Gavilán dijo...

Gracias por el comentario Winfried. ¿ Se nota que me gusta escribir :-)?

¡ Je ! Me gusta la idea del libro...pero me parece que publicar un libro no debe ser nada fácil (la verdad es que tampoco lo he intentado).

Aspiracion secreta (bueno, ahora ya no tanto): sí que me gustaria escribir algún librillo...sólo que aún no tengo el tema...ni el tiempo...quiza el blog me pueda ir sirviendo de entrenamiento