sábado, agosto 15, 2009

Leyendo junto al mar

Ayer tuve ocasión de hacerlo de nuevo. Ayer me acerqué, al atardecer, a uno de mis rincones favoritos de Tapia de Casariego (Asturias) y rodeado de una agradable brisa, con un rumor tranquilo de olitas de mar en retirada y levantando la vista de vez en cuando para contemplar el imponente espectáculo, me puse ... a leer, simplemente a leer.

En esta ocasión me acompañaba la poesía de Manuel Altolaguirre. En otras ocasiones ha sido el pensamiento de Ortega y Gasset y en otras... ya ni me acuerdo... Lo que si recuerdo de todas las ocasiones en que he podido combinar libros y olas, es esa sensación de paz, de armonía, de belleza casi infinita que he obtenido de la combinación de dos de mis grandes "pasiones tranquilas": la literatura y el mar.

Mundo Azul

2 comentarios:

Lola Mariné dijo...

Hola Ignacio,
entiendo muy bien esa sensación. Tengo la suerte de vivir junto al mar y he podido disfrutarla a menudo. En invierno, con ese sol que se agradece y sin gente,ya es la host...Y escribir, ni te cuento, jeje.
Saludos.

Ignacio G.R: Gavilán dijo...

A escribir al lado del mar aún no he probado (aunque sí he escrito cerquita) pero debe ser la bomba...