Debían ser finales de los años sesenta o principios de los setenta cuando en mi casa sonaban los acordes de una canción triste pero bella en su sencillez y, mientras la escuchaba, yo jugueteaba con el cartón donde se guardaba el vinilo, un cartón verde en que, en color amarillo, se dibujaba el contorno de la isla caribeña. Se trataba, claro está, de 'Cuando salí de Cuba', uno de los más importantes éxitos de Luis Aguilé. Hundido entre recuerdos de infancia profunda se encuentra esta canción, su melodía y su melancólica significación, esa tapa del disco, esa letra sencilla pero que invocaba a la emoción.
El sábado falleció su compositor y cantante, Luis Aguilé, el cantautor de las corbatas imposibles y la música sencilla, amable, ingenua. Contrariamente a lo que decía la canción, y a pesar de no tener aquí su corazón, aunque quizá todavía alguien aguardase su vuelta , sí pudo morirse. Y con su fallecimiento se reavivan y a la vez escapan dulces recuerdos de infancia, retazos de una época de nostágica memoria.
Ha fallecido Luis Aguilé. Ha salido de Cuba y de nuestras vidas y, con su marcha, hemos dejado enterrado un pedacito de corazón.
Mundo Azul
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Hace 3 meses
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