domingo, diciembre 23, 2018

La Navidad en los detalles


La Navidad flota en el ambiente.

Nos lo demuestran las luces que engalanan nuestras ciudades. Nos lo recuerdan, insistentes, los mil y un anuncios y reclamos que marcas y comercios de todo tipo nos lanzan incansables. Nos hace tangible su inicio el soniquete de los niños de San Ildefonso en nuestras radios y televisiones. Nos lo recordamos a nosotros mismos comprando regalos, haciendo acopio de turrones o celebrando comidas de empresa.

Pero la Navidad está, también, está sobre todo, en los pequeños detalles.

En este año que para mi ha sido tan especial, un año de transición profesional y personal, estoy, quizá, más sintonizado con lo pequeño pero significativo. 

Y quizá por eso, he apreciado más, incluso me han conmovido más, los pequeños detalles que me están trayendo esta Navidad: ese whatsapp tempranero felicitándote la navidad de alguien con el que hacía mucho que ni hablabas, el correo personalizado de alguien que tanto me ha ayudado en la transición y que, sin embargo, se apresura a valorar mi aportación; el mensaje de alguien que, en estos tiempos laicos, se atreve a mencionar que recordamos el nacimiento de un niño muy especial; o el detalle de una amiga y compañera que me envía una foto de mi hija, de hace catorce años, en un festival del 'cole' celebrando precisamente la Navidad.

Detalles en donde reside lo humano, donde está la verdadera magia de estos días.

Detalles que reconfortan y reconcilian, conmueven y animan.

Y sólo el miedo de no estar a la altura de tanto mérito, tanta sensibilidad y tanto cariño. O, quizá peor, de olvidar a alguien que también merecería, e incluso necesitaría, recibir un detalle.

Esperemos que la Navidad realice su magia y que nadie, absolutamente nadie, se quede sin su detalle, del tipo que sea, proceda de quien proceda.

Feliz Navidad.

Feliz Navidad a todos y en todo.

Feliz Navidad en las luces, los turrones y regalos. Y Feliz Navidad, sobre todo, en los detalles.

Feliz Navidad. Simplemente, Feliz Navidad.

jueves, diciembre 06, 2018

Trece años en Internet sin supersticiones y sí con alguna novedad

Trece. Un número llamativo. Un número que sugiere superstición, mala o buena suerte. Pero en este caso, un número que representa, simplemente, o no tan simplemente, los años que llevo con presencia activa en Internet.

Una presencia que, como todos los años recuerdo por estas fechas, se inició el 6 de Diciembre de 2005, cuando publiqué mi primera versión, aún en construcción, de mi página personal 'Mundo Azul' a la que siguió, el 8 de Diciembre, la primera versión ya 'visitable'.

A la página personal sucedió unos meses después, mi primera incursión en el mundo de los blogs y poco a poco en diferentes medios sociales (Facebook, LinkedIn, Twitter. etc).

Y en 2011 adquirí un dominio propio ignaciogavilan.com alrededor del cual se concentra una parte importante de esa presencia. El año pasado, en el duodécimo aniversario, insinuaba una novedad importante pero que no desvelaba. Esa novedad fue la reforma completa de la página en ignaciogavilan.com con un estilo modernizado y que ha pasado a ser mi página oficial desde un punto de vista profesional, quedando 'Mundo Azul' como una página exclusivamente personal, con un diseño mucho más tradicional y que se sitúa en el subdominio mundoazul.ignaciogavilan.com.

Esa es, sin duda, la novedad más relevante que ha tenido este año mi presencia en Internet. Pero, en unos días, va a tener lugar otra que sí voy a desvelar: pongo de largo un remozado Canal Youtube, que también pasa a tener un carácter fundamentalmente profesional y que parte con pocos vídeos pero que espero hacer crecer y dar notoriedad a lo largo de 2019.

En 2019 se producirá algo que también anuncio: el cambio de mi blog Blue Chip que pasa a ser un apartado de mi página profesional. En realidad, desde hace meses mantengo en paralelo la versión tradicional en blogger (en bluechip.ignaciogavilan.com) con la nueva en ignaciogavilan.com/blue-chip/, pero en algún momento aún por concretar, de 2019, dejaré sólo en éste último.

Por lo demás, seguiré con mi presencia en los mismos blogs, en Twitter e iniciaré (lo anunciaré en su momento) colaboración en un nuevo blog externo.

En fin, que han pasado trece años, pero eso no supone ni superstición ni continuidad, sino que hay y habrá novedades. Es lo que tiene el dinámico mundo de Internet.

domingo, septiembre 23, 2018

De qué hablo cuando hablo de correr


Hace siete años, el gran novelista japonés, Haruki Murakami, gran aficionado y practicante a las carreras de larga distancia, describía su experiencia personal con el 'running' en su conocido libro 'De qué hablo cuando hablo de correr'

Hoy, 23 de Septiembre, día en que, casualmente, acabo de correr una carrera popular, en concreto la 10 K 'Madrid corre por Madrid' me apetece decir, no en un libro, sino en un simple post, de qué hablo yo cuando hablo de correr.

Desde siempre he amado y disfrutado con el deporte. No siempre ha sido el 'running'. El deporte de mi vida ha sido el baloncesto. He disfrutado con él lo que creo que nunca volveré a disfrutar con otro deporte. Pero una serie de circunstancias de las que, desde luego, una no menor es la edad, me impiden practicarlo a un nivel en que pueda sentir las emociones que vivía siendo joven.

Como sustitutos, poco a poco he ido optando por el padel, el golf... y correr.

Lo que se dice correr he corrido desde hace muchos años pero, de alguna forma, lo he redescubierto, le he empezado a dedicar más energías y he empezado a amarlo realmente desde hace sólo dos o tres años cuando, alguien a quien quiero mucho, me convenció para empezar a participar en carreras populares, normalmente 10 K (10 kilómetros...más o menos). Soy un 'runner' modesto, muy modesto, al que casi le queda grande ese apelativo de 'runner' ya que mis marcas no hablan demasiado generosamente de mi capacidad atlética. Pero corro.

¿Y por qué correr?

Para quien no lo practique, especialmente si no hace ningún otro deporte, el 'running' puede parecer absurdo. ¿Por qué cansarse inútilmente durante kilómetros y kilómetros? ¿Por qué salir a una calle, pista o carretera, cuando hace frío o llueve? ¿Por qué arriesgarse a lesiones, tener agujetas o sentir, asfixiado, que el corazón se te va a salir del pecho? ¿Para qué sufrir? ¿No hay actividades más divertidas y menos sufridas? 

Desde luego que las hay. Existen muchas opciones y cada uno es muy libre de elegir la que prefiera.

Pero es que...

Pero es que, cuando corres, aunque a veces sufres, sientes una íntima satisfacción por ser capaz de seguir adelante y superarte.

Es que cuando corres tu mente vuela, y te olvidas de preocupaciones, y tu imaginación se eleva a espacios insospechados, y eres libre, y creativo, y despreocupado y casi, casi feliz.

Es que el 'running' es un deporte inclusivo, donde comparten esfuerzos y experiencias, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, de cualquier procedencia o ideología. Todos juntos, codo con codo. En la misma pista, calle, camino o carretera. Sin más cortapisas ni problemas.

Es que los 'runners' son gente de mirada sencilla y apreciativa. Que valoran el esfuerzo de los otros. Da igual que seas un atleta de élite o un dominguero que se retuerce por las pistas intentando mejorar. Para todos hay una palabra de ánimo, un aplauso y un reconocimiento sincero a los logros, grandes, pequeños o medianos.

Es que en el 'running' encuentras multitud de compañeros y amigos, que comparten con sencillez las alegrías y los sinsabores que las carreras tren consigo.

Es que correr es más que correr.

Cuando hablo de correr hablo, claro, de esfuerzo. Hablo, por supuesto, de distancias y tiempos. Hablo de técnica de carrera, de entrenamientos, de zapatillas, de pistas, de competiciones, de podios, de récords, de ganadores y también, a veces, de perdedores.

Pero cuando hablo de correr, hablo de mucho más.

Cuando hablo de correr también hablo, sobre todo hablo, de humildad, hablo de superación, hablo de camaradería, hablo de sencillez, hablo de limpieza. Hablo, en definitiva, de valores y de una felicidad que, aunque simple, es sin duda real.

Y por eso corro.

Y de eso es de lo que yo hablo cuando hablo de correr.