miércoles, diciembre 24, 2025

Navidad protegida

Un año mas, llega la Navidad.

Un año más nos reencontramos con la familia y con las tradiciones, unas más profundas, otras más superficiales, pero todas ellas integrantes de esa gran experiencia que son las Navidades.

Pero, como todo lo valioso, las Navidades deben protegerse.

Deben protegerse de muchas cosas. Deben protegerse de su desnaturalización, que acaben significando sólo una gran oportunidad comercial o unas vacaciones. Protegiéndolas, claro, de todos aquellos que, por un motivo o por otro, las rechazan o incluso las odian. A veces por detalles personales, como un mal recuerdo o una mala experiencia. A veces por motivos religiosos o ideológicos. A veces, en fin, por mero 'postureo'.

Pero quizá, el peligro más acuciante sea mucho más sencillo, más cercano: la desgana, el desinterés o el priorizar otras cosas. Muchos detalles conspiran para que las Navidades, al menos las Navidades de cada familia o cada individuo, no sean lo que fueron, no sean esa gran ocasión, esa gran experiencia, que están llamadas a ser. Quizá ausencias, como comentaba en la editorial del año pasado por estas mismas fechas, quizá falta de ganas para realizar los preparativos, quizá cansancio, quizá vejez, quizá imperativos profesionales (una guardia, un apuro, un viaje,...).

Para todos aquellos para los que las Navidades son algo muy querido, algo entrañable, algo especial, es importante intentar proteger las Navidades, o al menos nuestras Navidades: impulsar las reuniones, contribuir a los preparativos, cuidar los detalles, conservar lo que la tradición tiene de bonito o especial. Mantener y extender la ilusión.

Cuidemos las Navidades. Protejamos las Navidades.

Feliz Navidad.

sábado, diciembre 06, 2025

Veinte años en Internet

Y, en esta ocasión, alcanzamos una cifra redonda: son ya veinte años los que llevo presente en internet. Y como viene ocurriendo desde hace ya bastantes años, en este puente de la constitución, recuerdo el hecho y me hago, de alguna manera, un mini-homenaje.


Y es que, en efecto, en otro puente de la constitución, pero allá por 2025, comenzó mi andadura en la red y lo hizo con la publicación de una versión 'en construcción' de mi página personal, 'Mundo Azul', cuyo cartel de 'en obras' desaparecería dos días después, el 8 de Diciembre, para dejar lugar a la primera versión de mi página personal... un concepto éste de página personal entonces relativamente popular, y donde cada aficionado a Internet y al desarrollo web intentaba modelar una página, siempre artesanal, lo más atractiva posible y que mejor reflejase sus gustos e intereses. En usencia todavía de gestores de contenidos como 'Wordpress' o de temas o plantillas, se trataba, también en mi caso, de páginas, como digo, muy artesanales, muy rudimentarias donde añadíamos poco a poco pequeñas herramientas según encontrábamos recursos en la red o nos inspiraban otras páginas: el contador de visitas, el libro de firmas, los foros... 


Y en ese inicio, de alguna forma interpreté con mi página la idea de la web 1.0 con mi sitio esencialmente de publicación unidireccional.


Pero también me tocó subirme a la ola de la web 2.0 y lo hice con un primer blog, éste en que te encuentras, La Vida de Color Azul, inicialmente denominado, 'El blog de Mundo Azul', que actuaba a modo de complemento de la página principal. Entonces era mi único blog y, mucho más activo que hoy en día, en él escribía de todo tipo de temas, deportes, libros, tecnología, lo que se me pasara por la cabeza. Un blog éste que hoy en día permanece bastante aletargado, apenas dos, tres o cuatro posts al año, con frecuencia justo en este mes de Diciembre, con este post onomástica y el post de felicitación navideña. 


Luego irían surgiendo otros dos blogs, El Cielo del Gavilán, dedicado a literatura y humanidades, que ha tenido sus altibajos en cuanto a actividad pero que hoy en día, aunque conservando un 'look' bastante 'vintage' (como éste) presenta una actividad razonable, con unos treinta o cuarenta posts anuales y, finalmente, en el que. con diferencia, más tiempo dedico desde hace varios años, Blue Chip dedicado a tecnología,  negocios y sociedad. Se trata de un blog muy activo, con más de cien posts anuales y elemento nuclear de mi participación en internet actual y casi diría que de mi marca personal.


Hace ya muchos años, creo que en 2008, me incorporé a Twitter (hoy X), red en la que en algunas épocas he estado muy activo pero en la que ahora tengo un perfil más bajo, con participación constante, pero algo menos intensa, También he experimentado con 'Blue Sky', que lo uso como una suerte de espejo de X, y donde entré para, cuando se encontraba en su esplendor mediático por culpa de los escándalos alrededor de X, y sobre todo, de su nuevo dueño Elon Musk, prevenir, o al menos estar al tanto de una eventual migración de usuarios de X a esta red de microblogging alternativo. No veo, sin embargo, que realmente despegue y. como también digo, es, actualmente, casi un espejo de lo que publico en X.. 


Muy importante también ha sido y es para mí la presencia en LinkedIn, donde comparto aquellos contenidos de carácter profesional que he generado en mis otros canales, fundamentalmente mi blog y, en menor medida, mi canal YouTube. También tengo un perfil y una 'fan page' en Facebook, aunque, valga la redundancia, con perfil bajo. He ido incrementando, aunque sin ser tampoco muy abundante, ni en publicación ni en seguidores, mi presencia en Instagram . Este año, desde hace pocos meses, estoy experimentando con el uso de las 'stories', a las que hasta ahora no prestaba penas atención (desde el punto de vista de publicación, me refiero), para anunciar la publicación de contenidos. También dispongo, desde hace unos poco años, y como ya mencionaba mas arriba, mi Canal YouTube. que, aunque con un nivel de producción medio, tiene cada vez más importancia para mi.


Paso clave fue, en 2011, la adquisición del dominio ignaciogavilan.com alrededor del cual he hecho girar mi página oficial y mis blogs, muy especialmente Blue Chip, que realmente forma parte integral de esa página oficial.


Este año, he seguido con bastante actividad en todos esos medios, siendo los más activos mi blog 'Blue Chip'y LinkedIn y, en menor medida, aunque tampoco muy lejos, en Instagram, X, BlueSky y Facebook y mi blog 'El cielo del gavilán'. 


Tengo bastante parado, que no muerto, el proyecto 'The robot notes' con vídeos breves sobre diferentes aspectos de la robótica, que se manifiesta a través de YouTube, de un micrositio en mi página oficial y de la compartición en redes sociales de cada nuevo vídeo. Tengo en mente otro proyecto parecido que me gustaría lanzar pero para el que no sé de dónde sacar el tiempo. A ver si en 2026 es posible dar un  impulso a 'The robot notes' y lanzar el otro proyecto parecido que tengo en mi cabeza.


Este año, y como ya sucedió en el anterior, me he dedicado bastante también a los podcasts, continuando con mi colaboración en 'Caminos de knowmad', sobre el mundo de los trabajadores del conocimiento y la reinvención personal, y una colaboración que, en realidad, se extiende ya durante más de tres años. Este año también he participado en muchos episodios del podcast 'Código abierto' sobre tecnología, innovación y tendencias, y he continuado con bastante asiduidad con mi videopodcast 'Divergencias' canal multi-temática y, como el título sugiere, algo divergente, al menos respecto a mi línea editorial en otros canales..


En el Canal YouTube, sin una actividad muy intensa, si que continuo, sin prisa pero sin pausa, creando videos, algunos ligados a otros canales y proyectos, como los correspondientes al proyecto 'The Robot Notes' o el video-podcast 'Divergencias', pero también con videos que uso en algunos de mis cursos o charlas, o, cuando aplica, sobre mis libros. En 2025, en concreto, y muy recientemente, he publicado algún vídeo relacionado con el libro 'De la EGB a la IA' en que participo como co-autor.


De cara a la siguiente temporada que ya comienza, no preveo cambios de relevancia salvo, quizá, el lanzamiento, no de un canal nuevo, pero sí de uno o dos iniciativas que tengo en mente sobre los canales existentes.


Y, claro, como es lógico, siempre queda margen para la sorpresa, la improvisación y la innovación. 


El año que viene, en este mismo blog y en estas mismas fechas, hacemos repaso del que será, Dios mediante, mi año veintiuno en Internet.


martes, diciembre 24, 2024

Navidad recogida

Llega la Navidad.

Llega la Navidad y con ella promesas de luz y alegría, de regalos y reuniones, de comidas y sobremesas.

Aunque su significado profundo sea otro, es difícil no asociar estas fiestas a las grandes reuniones familiares, a las comidas abundantes y lujosas, a grandes mesas extendidas como se puede para acoger a un número de comensales muy superior al de casi cualquier otra fiesta familiar.

Nací y crecí en una familia numerosa. Y mi familia política también es numerosa. Así que, en mi caso, esa asociación de las navidades a comidas multitudinarias parece natural, casi inevitable.

Pero el tiempo pasa. Hay nuevas parejas, nuevos hijos, nuevas obligaciones, nuevas limitaciones. Y cada uno de esos posibles comensales tiene también otros compromisos u obligaciones y es necesario el reparto. Y también hay ausencias más dolorosas. Pocas, pero muy importantes.

Así que este año, preveo unas navidades más recogidas, más reducidas, menos numerosas, quizá menos festivas, quizá más íntimas.

Pero fuera siguen existiendo luces y música, y dentro dulces y alegría.

Serán, quizá, más recogidas, pero igualmente Navidades.

Siempre especiales. Siempre Navidades.

Feliz Navidad

sábado, diciembre 07, 2024

Diecinueve años en Internet

Y henos aquí, en un nuevo puente de la constitución que, para mi, es tanto como decir que en un nuevo aniversario de mi presencia en Internet.


Porque, sí, en un puente como éste, pero hace diecinueve años, comencé a figurar e interactuar en la red de redes. La cosa comenzó el día 6 de Diciembre de 2005, con la publicación de una versión 'en construcción' de mi página personal, 'Mundo Azul', a la que quitaría el cartel de obras dos días después, el 8 de Diciembre.


Durante un tiempo, esa fue mi única forma de presencia, aunque es cierto que la enriquecía con muchas ganas, casi con furia, todos los fines de semana. Nuevas reseñas de libros, nuevas secciones y la propuesta de temas en un foro ligado a la página, que acabaría desapareciendo. Y es que en esos años, no había muchos más mecanismos de presencia personal que estos: una página y unos foros.


Lo siguiente fue subirme a la siguiente gran oleada, a la web 2.0 entrando en el mundo de los blogs, que comenzó por éste, La Vida de Color Azul, inicialmente denominado, en realidad, 'El blog de Mundo Azul' y rebautizado tiempo después cuando se hizo más independiente, un blog que, en su momento, tenía bastante actividad porque concentraba cualquier post, de cualquier temática, que publicara. Hoy en día tiene muy poco movimiento, apenas tres o cuatro posts al año, uno de ellos éste, el aniversario de la presencia en internet, y otro el post navideño que publicaré dentro de unos días. Y es que mi actividad 'bloguera', muy alta, se concentra en otros blogs que surgieron un tiempo después: El Cielo del Gavilan, dedicado a literatura y humanidades, que ha tenido sus altibajos en cuanto a actividad pero que hoy en día presenta una producción razonable, con unos treinta o cuarenta posts anuales y, finalmente, al que más tiempo dedico desde hace varios años, Blue Chip dedicado a tecnología,  negocios y sociedad. Este año he bajado un poco la producción, no por falta de ganas ni ideas, sino de tiempo, pero sigue y seguirá siendo, si Dios quiere, un blog muy activo, con más de cien posts anuales (en los años buenos hasta ciento cincuenta o más) y elemento nuclear de mi participación en internet actual.


También he participado en blog externos, por ejemplo los blogs de Telefónica, aunque  actualmente esa participación es casi nula y, dadas las tendencias, e incluso mis intereses, es posible que no la recupere.


En paralelo también me fui incorporando a las redes sociales que adquirían visibilidad aunque, a nivel práctico, mi actividad se ha concentrado, blogs aparte, en Twitter (hoy X) y sobre todo en LinkedIn, con una actividad adicional moderada pero constante en Facebook e Instagram y en, desde hace tres años, mi Canal YouTube. He tenido participación en otras redes, en las que hoy en día, aunque no me he dado de baja, he dejado de tener interés y actividad, como Pinterest. La novedad este año, ha sido mi incorporación, todavía 'en grado de tentativa', a la red Blue Sky, la eventual sustituta de X. 


Otro paso clave fue en 2011 la adquisición del dominio ignaciogavilan.com alrededor del cual he hecho girar mi página oficial y mis blogs, muy especialmente Blue Chip que se encuentra incrustado en esa página oficial.


Este año, sigo con mi actividad en blogs, sobre todo Blue Chip y El cielo del gavilán, aderezada con entradas y participación en redes sociales, con especial foco en LinkedIn, y con relevante, aunque no del todo intensa, actividad en Instagram, Facebook, X y Blue Sky. 


También he continuado, aunque un poco trabajosamente, desarrollando el proyecto 'The robot notes' con vídeos breves sobre diferentes aspectos de la robótica, que se manifiesta a través de YouTube, de un micrositio en mi página oficial y de la compartición en redes sociales de cada nuevo vídeo.


Podría decir que 2024 ha sido para mi el año de los podcasts, continuando con mi colaboración en 'Caminos de knowmad', sobre el mundo de los trabajadores del conocimiento y la reinvención personal, y una colaboración que, en realidad, se extiende ya durante más de tres años. Pero, es año, ha visto también mi incorporación al equipo del podcast 'Código abierto' sobre tecnología, innovación y tendencias, y  el lanzamiento de mi propio canal, 'Divergencias' que, como el título sugiere, incluye reflexiones diversas sobre muchos temas que se apartan un poco de mi 'línea editorial' habitual.


En el Canal YouTube, un poco ' a la chita callando', aunque siempre lo promociono en otras redes, he ido incorporando un buen número de vídeos. Una parte de ellos corresponden a los proyectos citados de 'The Robot Notes' o 'Divergencias', pero también incluyo videos que uso en algunos de mis cursos y otras ideas que se me van ocurriendo. La verdad es que hacer vídeos es laborioso, pero me gusta y, aunque ganan menos atención de lo que yo les hubiera supuesto hace un tiempo, aportan variedad a los contenidos que comparto.


Para el año que entra, preveo mantener de forma parecida mi participación en redes sociales, mi actividad en blogs, donde quisiera recuperar, especialmente en Blue Chip la producción de años anteriores, seguir en los podcasts mencionados (y debutaré como colaborador en otro nuevo que ya está en marcha), seguir haciendo vídeos con cierta cadencia y, probablemente, ocurrirá alguna novedad, que en este momento no puedo ni entrever, pero que siempre acaban apareciendo.


El año que viene, en este mismo blog y en estas mismas fechas, hacemos repaso.


domingo, diciembre 24, 2023

Navidad indefinida

Cuando, como todos los años, publico este post navideño, esta felicitación, este innecesario recuerdo de que ha llegado la Navidad,  busco un algo diferente, un algo que caracterice la Navidad de ese año y la diferencie en algo de las que le precedieron y de las que vendrán.

Así, en años anteriores, he hablado de una Navidad traslúcida, o de Navidad y ausencia o de la Navidad y normalización.


Este año, puede que por precipitación, puede que por mera continuidad, lo cierto es que no he encontrado esa palabra mágica, esa palabra única para la Navidad de hoy, de este año. Así que voy a hablar, simplemente, de una Navidad indefinida (y espero el año que viene disponer de mayor inspiración, porque no puedo emplear la misma palabra dos años diferentes).


Pero a pesar de la indefinición, la magia y la alegría continúan.


Ayer, el día antes de escribir este post, paseaba por Madrid (en realidad buscaba, precisamente, un regalo navideño) y no podía ni quería evitar, el contento, la inspiración, la alegría profunda que sentía al pasear por un Madrid bellamente iluminado y pleno de gente activa, alegre y sonriente, al oír la música y ver las tiendas, al sentir, en fin, la vida, la pura vida que anima a un Madrid engalanado y festivo


En breve sentiré lo mismo, estoy seguro, por las calles de mi Oviedo.


Y vendrán las celebraciones y la reuniones familiares, como ya han venido las felicitaciones y los buenos deseos.


Y vendrán los encuentros con los amigos.


Y los hitos y tradiciones que se repiten un año y otro.


Será indefinida, pero sigue siendo especial, sigue siendo mágica. Sigue siendo Navidad.


Desde la indefinición, pero también desde la alegría sana y profunda, Feliz Navidad. 

 

miércoles, diciembre 06, 2023

Dieciocho años en internet

Y en estas fechas recuerdo que hace ahora dieciocho años, el 6 de Diciembre de 2005, lancé mi página personal, Mundo Azul, e inicié así mi andadura en Internet, con una escueto mensaje de 'página en construcción' para, dos días después, el 8 de Diciembre de 2005 publicar la primera versión reducida pero completa de ese Mundo Azul.


Durante un cierto tiempo mi presencia en Internet se limitó a esa página, hoy todavía existente, pero bastante poco visible, para ser sinceros. 

El siguiente paso fue añadir mi presencia en blogs, también un poco por experimentar, comenzando por éste, La Vida de Color Azul, hoy en día poco activo, la verdad, seguido un tiempo después por El Cielo del Gavilan, dedicado a literatura y humanidades y, finalmente, al que más tiempo dedico desde hace varios años: Blue Chip dedicado a tecnología y negocios.


También he participado en blog externos, por ejemplo los blogs de Telefónica, aunque esa presencia últimamente se ha reducido bastante y podría desaparecer.


En paralelo también me fui incorporando a las redes sociales que adquirían visibilidad aunque, a nivel práctico, mi actividad se ha concentrado, blogs aparte, en Twitter y sobre todo en LinkedIn, con una actividad adicional moderada pero constante en Facebook e Instagram y en, desde hace tres años, mi Canal YouTube. A cambio, olvidada queda mi presencia en los círculos de Google+ (ya desaparecida hace tiempo) y he dejado realmente de publicar, aunque mantengo cuenta, en Pinterest. 


Paso clave fue en 2011 la adquisición del dominio ignaciogavilan.com alrededor del cual he hecho girar mi página oficial y mis blogs, muy especialmente Blue Chip que se encuentra incrustado en mi página oficial.


Desde entonces sigo, como comenté ya el año pasado, una actividad muy constante, con fuerte actividad en Blue Chip (alrededor de 150 posts al año aunque, sin haber hecho el recuento aún, creo que en este 2023, el número de artículos será más reducido) así como una actividad bastante abundante, aunque ligeramente reducida también este año como el pasado, en Twitter y algo más moderada, pero bastante constante, en InstagramYouTubeFacebook y mi blog El cielo del Gavilán.


Aunque desde hace tiempo mantengo una estructura y actividad bastante uniforme y sin grandes cambios, puedo destacar de 2023 el avance en el proyecto 'The robot notes' iniciado a finales de 2022. Además, este año he lanzado, y estoy a punto de completar, el proyecto 'Los libros y yo' dedicado al mundo del libro y mi relación con ellos y que lancé en Junio de 2023.


Para el año que entra no preveo grandes cambios: seguirá siendo mi punto fuerte el blog Blue Chip y su volcado en LinkedIn. No tengo ningún plan específico adicional, pero de igual forma que proyectos como 'The robot notes' o 'Los libros y yo' surgieron un poco de repente, un poco de forma inopinada, lo mismo puede suceder en 2024 con cualquier idea que me parezca atractiva y decida llevar adelante.

Dentro de un año, lo volvemos a revisar.

sábado, diciembre 24, 2022

Navidad y normalización

Ya está aquí: la Navidad.

Ya está aquí aunque aún, cuando escribo estas líneas, no lo tengo realmente interiorizado.

No, porque escribo esto en un 22 de Diciembre (no en el 24 en que lo publico) y, aunque ya he tenido la oportunidad de oír por la radio el sonsonete de los niños de San Ildefonso no parece haber sido suficiente para meter a mi mente y a mi corazón en el periodo navideño.

No porque, por circunstancias de mi actividad profesional actual, muy 'online', y por alguna desgraciada circunstancia física en forma de lesión que me impide la práctica normal de deporte, paso mucho, demasiado, tiempo en casa y apenas he visto todavía este año, salvo en momentos puntuales, las luces navideñas o el ambiente de compras febriles que acompaña a estas celebraciones.

No, porque aún no he comido ningún turrón ni mazapán, porque aún (que no lea esto nadie que no deba :) ) no he comprado ningún regalo...aunque alguna idea tenga; porque aún no he tomado champagne y porque sólo he estado en una cena, digamos, institucional, pero que no propiamente ni de empresa, ni de Navidad.

Y no porque, en el fondo, cada año se me hace más 'sorprendente' e 'inesperada', si esas palabras pueden aplicarse con justicia a una fechas tan sonoras, tan conocidas, tan anticipadas, tan anunciadas, la "repentina" llegada de la Navidad.

Y, además, este año veo estas navidades como las de la normalización y la estabilización.

Y es que las navidades del año pasado fueron extrañas. Extrañas porque una desafortunada infección por COVID en mi familia cercana nos impidió celebrar en familia la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Y fueron extrañas, sobre todo, muy sobre todo, por la todavía muy reciente ausencia de mi padre.

Este año no concurrirán, espero, circunstancias extrañas y, aunque siempre queda un recuerdo y una tristeza latentes, ya he interiorizado la ausencia y, en cierto sentido, estas navidades serán las de la 'nueva normalidad' familiar.

Pero que nadie piense que normalidad significa apagamiento, aburrimiento o apatía. En este mismo sitio he manifestado, creo que todos los años, lo que me gusta la Navidad, lo que disfruto con sus luces, sus dulces, sus encuentros, sus ceremonias y todo lo que la Navidad tiene de adorno, tradición y alegría. Así que la normalización incluye también, y sobre todo, seguir disfrutando, como todos los años, de todos esos alicientes.

Será una Navidad normalizada, pero será también, eso espero y eso creo, una Navidad, como siempre, alegre y feliz.

Feliz Navidad.