Hoy es el día del Real Madrid-Barça, el partido del siglo... que se celebra dos veces al año...
Se trata de un partido que suele paralizar a España, un partido del que todo el mundo está pendiente, un partido que yo mismo, que tampoco soy tan aficionado al fútbol, suelo intentar no perderme.
Sin embargo, no sé que pasa este año...pero no acaba de entusiasmarme y no sé siquiera, si lo veré. Debo confesar que, sin ser un verdadero aficionado, me tira el Madrid (pido disculpas por ello a los visitantes 'culés' o atléticos que se puedan pasar por aquí) pero algo le ha pasado a este Madrid que ya no me entusiasma, algo le ha pasado a este Madrid que hace muy pocos años tocaba el balón, creaba juego, actuaba como equipo, cautivaba...y ganaba. Algo malo le ha pasado y ya me produce poco más que indiferencia y una cierta nostalgia de lo que fue y un anhelo de lo que podría volver a ser.
El Madrid-Barça siempre ha sido más que un partido, contaminado de connotaciones políticas...y lo cierto es que aparte de connotaciones, sí tiene sus paralelismos. Como en la política, se dirime algo importante y, por desgracia, como en la política, se producen agrios enfrentamientos...
Creo que el pueblo español, como el Madrid de antaño, y como los Madrid-Barça de antaño, tuvo un gran entusiasmo por la política en los años de la transición y posteriores: había grandes diferencias de visión pero un sentido de dirección común y de unas bases compartidas, presenciábamos, en resumen, un gran partido. Tengo la sensación que algo de eso se está perdiendo, o está perdido. Creo que en la política española, estamos asistiendo a poco toque de balón y mucha marrullería; creo que no creamos juego y, sobre todo, que no jugamos como equipo y así es difícil cautivar y ganar.
La verdad es que el Madrid-Barça de hoy, quizá como reflejo de la política española, me produce poco entusiasmo y me deja bastante indiferente...
Mundo Azul
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Hace 1 mes
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